Durante los últimos años y luego de los trabajos presentados por el Doctor Tessari en Italia se empezó a manejar una técnica parecida a la escleroterapia con microespuma para venas de mayor calibre incluyendo la safena. Tiene como ventajas que puede practicarse en pacientes mayores y con enfermedades asociadas, que puede aplicarse en pacientes con úlceras activas en las piernas y que no requiere del uso de anestesia. Desafortunadamente tiene la desventaja que las venas tratadas pueden recanalizarse (volverse a abrir) en corto tiempo. Algunas estadísticas muestran recaidas hasta del 50% de los pacientes.

El paciente debe asistir al servicio médico donde se realiza el procedimiento (en unos pocos casos se realiza en sala de cirugía) teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Debe presentarse con un acompañante.
• Las piernas deben estar limpias, sin ningún tipo de crema, loción o perfume.
• Debe usarse ropa cómoda.

El procedimiento consiste mezclar una sustancia esclerosante con aire mediante un proceso especial, para producir de esta forma una espuma que se inyecta bajo visión ecográfica en las venas enfermas. Esta inyección produce una inflamación en la pared interna del vaso, haciendo que estas paredes se adhieran entre si, lo que lleva a su cicatrización y desaparición luego de algunas semanas.

Se debe desarrollar una actividad normal, se deben mantener los vendajes o las medias de compresión hasta que el médico los retire y se debe cumplir con la prescripción de analgésico-anti-inflamatorio y demás medicamentos formulados. No existen restricciones especiales para la dieta.

Esta técnica se caracteriza porque no hay ningún dolor inicialmente. Sobre las venas que están dilatadas eventualmente se forman algunos micro-trombos que después de tres días pueden producir dolor, ademas de verse y palparse las venas bastante endurecidas. El organismo con el paso de 6 a 12 semanas va reabsorbiendo la sangre que queda trombosada en estos sitios. Si el dolor es importante se pueden realizar punciones y drenajes en estas venas para evacuar el contenido, lo que produce alivio importante del dolor local. El resultado definitivo se ve entre las 8 y 12 semanas.

Inmediatamente después de la aplicación de espuma se pueden producir tos y dolor de cabeza transitorios, también dolor en las zonas de aplicación y algunos hematomas, las infecciones son extremadamente raras. Es frecuente la aparición de pigmentación (manchas) sobre los trayectos de las venas tratadas especialmente en pacientes de piel trigueña, que pueden tardar en mejorar hasta un año y en algunos casos no desaparecen por completo.

Debido a que la enfermedad obedece a una predisposición personal, aún después del tratamiento se deben tener hábitos que no favorezcan la recaída. El uso de medias elásticas, el ejercicio físico y el control de peso son importantes, así como los controles médicos periódicos.